10 septiembre 2009

Sumando pasitos de a poco

Comparto con ustedes un articulo que me han publicado gentilmente en un sitio digital nacional(Santa Rosa-La Pampa) que es de suma importancia en la lucha que se mantiene silenciosamente desde distintas redes sociales pidiendo por la igualdad de derechos,las cuestiones de género y en este caso es sobre lo denominado INFANTICIDIO que lamentablemente ocurrió un caso ultimamente en Paso de los Libres-Corrientes.


El sitio se llama Urbanas en Red y en sus articulos han contemplado la publicación de uno mío.
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Dos casos en menos de una semana de calendario, dos niñas menores, dos recién nacidos, dos actitudes diferentes, totalmente antagónicas. Y un solo llamado de atención: que el Estado se haga cargo mediante verdaderas políticas de contención de prevenir la maternidad en la niñez, de asistir a las ciudadanas/os de las zonas llamadas “vulnerables” en una provincia como Corrientes, donde los índices de pobreza son alarmantes y siempre se toman sólo como un detalle, en vez de ser la gente en la que ocuparse y preocuparse”… (Por Clara González/Corrientes)


Corrientes fue el escenario en común de dos hechos que volvieron a sacudir a la sociedad, volvieron los planteos y la búsqueda de culpables… porque siempre se usa primero esa palabra en vez de buscar a los responsables. El fantasma del abuso, de la violencia, del hombre mayor familiar o vecino que finalmente queda en segundo plano.

El tratamiento de la noticia muy sectorizada y la “necesidad de sacarla de tapa lo antes posible” dejaron casi invisibilizados ambos hechos, que vamos a tratar de rescatar: el primero sucedió en la ciudad fronteriza de Paso de los Libres, donde una madre adolescente de 17 años decidió quitarle la vida a su bebé recién nacido amputándole parte de su cuerpo.

“Le cortó una pierna, le ahuecó la panza, le cortó las tetillas y lo degolló”, enumeró el Director del Hospital San José, Dr. Juan Legarreta, al referirse a éste, que es el segundo caso en los últimos 25 años que le toca atender al profesional correntino.

El segundo caso es el de una niña de 11 años que ingresa al Hospital por un fuerte dolor de panza, acompañada por su mamá. Ninguna de las dos sabía que eran contracciones y dio a luz un bebé. La niña en las primeras horas negaba que ese bebé sea suyo, porque psicológicamente no estaba preparada para entender que había tenido relaciones sexuales; “Se trabajó psicológicamente y en 72 horas la niña estaba amamantando a su hijo”, comentó la Directora del Hospital Llano, Dra. Silvia Bonassies.

El dato en común en ambos casos es que las dos jóvenes madres fueron víctimas de abusos, en el segundo hecho un hombre de 50 años aproximadamente fue detenido, un vecino de la niña que habría abusado de ella. No se supo más. En el primero, luego de someter a la madre adolescente a estudios psicológicos le tomarían declaraciones, ya lo hicieron su madre y su tío. Ambos declararon que no conocían lo que estaba sucediendo.

Un profesional local, reconocido psicoanalista y medico clínico, el Dr. Fernando Avelenda, en su intervención en los medios advirtió a que la sociedad “no debería opinar desde el desconocimiento y con tanta liviandad sobre un drama social como éste, donde las niñas fueron protagonistas con diferentes desenlaces.”

"Me parece que estos casos que conmueven a la opinión pública de un modo doloroso, en realidad merece una lectura sobre los paradigmas que se tocan y por qué conmueven. En los casos de suicidio, lo que conmueve es que todos tenemos la idea de que la vida debe ser vivida, pone en cuestión este instinto de vida y la decisión de vivir. Pero cuando suceden estos casos en la relación Madre-Hijo, lo que se pone en cuestión es la tan mentada naturalidad del amor materno", dice Avelenda.

En el 60 a 70 % de las listas de un consultorio médico, las pacientes son del sexo femenino. En el caso del psicoanálisis, surge que aún en los embarazos deseados hay sentimientos de ambivalencia, donde las mujeres notan que su cuerpo se deforma, que en la relación de pareja las cosas cambian; el marido tiene conductas extrañas, se siente excluido o desplazado por la llegada de un bebé.

Es para imaginarse lo que ocurre en el caso de esta chica de 17 años, con un embarazo no deseado, la negación de su estado; hay una tendencia a darle una forma de novela en el sentido de la mamá con su hijo, la mamá que mata su hijo… rompe todo. Hay negación, hay probabilidades que sea fruto de una violación, ella niega y eso habla de una estructura psíquica muy especial, con una familia que no se da cuenta lo que está sucediendo.

No han pasado tantos días de estos hechos y en Corrientes la campaña electoral centraliza las agendas periodísticas, ya nadie se acuerda de esas niñas ni se comenta cómo desde los diferentes ministerios, subsecretarías, iglesias, fuerzas de Seguridad u ONGs, se delinean acciones para frenar estos casos, para garantizar una niñez con escolaridad segura y dignidad.

Si bien no se conocen estadísticas certeras sobre los casos de maternidad infantil, es común que en una provincia como Corrientes todos los años tengamos episodios amargos, y sólo cuando éstos toman estado público, todos se preocupan en opinar, juzgar y señalar… hasta que se apagan las luces, se termina el flash y la música anuncia la pausa en las radios.

A algunos/as nos parece lamentable, pero la mayoría se anima a decir: “Hay cosas peores que ésas”. ¿Qué puede ser peor que un familiar, un vecino o cualquier joven, hombre, padrastro o hasta incluso abuelo, abuse de menores? ¿Por qué siempre nos enteramos de la vida de la familia de las víctimas, y no se hace el mismo seguimiento de los ahora denominados “chacales”? Corrientes trata de despertar de vez en cuando, pero sigue adormecida… ¿hay otra cosa peor que ésa?

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